Hay dos tipos de reacciones de reemplazo, reemplazo de metales y reemplazo de no metales.
Reemplazo de metales Ocurre cuando un metal más activo reemplaza a un metal menos activo en un compuesto. Por ejemplo, cuando se agrega hierro a una solución de sulfato de cobre, los átomos de hierro reemplazan a los átomos de cobre en la solución, formando sulfato de hierro y cobre metálico.
$$Fe_{(s)}+CuSO_{4(aq)}\rightarrow FeSO_{4(aq)}+Cu_{(s)}$$
Reemplazo de no metales Ocurre cuando un no metal más reactivo reemplaza a un no metal menos reactivo en un compuesto. Por ejemplo, cuando se agrega cloro gaseoso a una solución de yoduro de sodio, los átomos de cloro reemplazan a los átomos de yodo en la solución, formando cloruro de sodio y yodo gaseoso.
$$Cl_{2(g)}+2NaI_{(aq)}\rightarrow NaCl_{(aq)}+I_{2(g)}$$
Las reacciones de reemplazo también se pueden utilizar para producir nuevos compuestos. Por ejemplo, cuando se añade gas hidrógeno a una solución de óxido de cobre, los átomos de hidrógeno reemplazan a los átomos de oxígeno en el compuesto, formando cobre metálico y agua.
$$H_{2(g)}+CuO_{(s)}\rightarrow Cu_{(s)}+H_2O_{(g)}$$
Las reacciones de reemplazo son importantes en una variedad de procesos industriales, como la producción de acero, cobre y aluminio.