A pesar de esta diferencia en el número de neutrones, el carbono radiactivo y el carbono estable tienen muchas similitudes. Por ejemplo, ambos isótopos de carbono pueden formar enlaces químicos con otros elementos y ambos pueden existir en diferentes compuestos químicos. Además, tanto el carbono radiactivo como el carbono estable pueden circular a través de la biosfera, la atmósfera y los océanos.
Sin embargo, también existen algunas diferencias clave entre el carbono radiactivo y el carbono estable. El carbono radiactivo es inestable, lo que significa que eventualmente se descompondrá en nitrógeno-14. Este proceso de desintegración radiactiva es lo que hace que el carbono 14 sea útil para la datación radiométrica, una técnica utilizada para determinar la edad de los objetos midiendo la cantidad de carbono radiactivo que contienen. El carbono estable, por el contrario, no es radiactivo y, por tanto, no se desintegra. Esto convierte al carbono 12 en un estándar útil para medir la abundancia relativa de diferentes isótopos en muestras.
En general, el carbono radiactivo y el carbono estable son isótopos importantes del carbono que tienen propiedades y aplicaciones distintas.