Un equipo de investigación dirigido por investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) ha descubierto cómo los pájaros del paraíso y las hojas forman nanoestructuras periódicas y complejas en sus plumas, las estructuras subyacentes responsables de sus colores vivos y llamativos.
Estas nanoestructuras microscópicas actúan como miniprismas naturales que dividen y reflejan la luz de una manera específica, dando lugar a su apariencia iridiscente única.
Para comprender la complejidad y diversidad de estas nanoestructuras, el equipo capturó imágenes detalladas de las nanoestructuras mediante imágenes microscópicas de alta resolución y tomografía computarizada.
A través de análisis microscópicos y de modelado detallados, el equipo descubrió que la nanoarquitectura en las plumas de las aves consiste en una pila de capas, cada una de las cuales está formada por pequeños sacos de aire (conocidos como agujeros de aire) dispuestos en una red.
La disposición de la red conduce a la formación de cristales fotónicos, que son materiales estructurados periódicamente que interactúan con la luz de formas únicas.
Al variar la disposición, el tamaño y la forma de los orificios de aire en los cristales fotónicos, las aves controlan la cantidad de luz reflejada para crear una variedad de tonos vibrantes e iridiscencias.
El estudio se publica en la revista científica Nature Communications y proporciona un paso esencial hacia la comprensión de la intrincada física detrás de los colores brillantes que se ven en la naturaleza.
Este conocimiento podría tener implicaciones potenciales en aplicaciones tecnológicas de inspiración biológica, como el desarrollo de nuevos dispositivos ópticos y materiales con propiedades reflectantes de la luz adaptadas.