El descubrimiento, publicado en la revista Nature Communications, podría conducir a nuevas formas de producir combustible de hidrógeno, una alternativa de combustión limpia a los combustibles fósiles.
Las enzimas productoras de hidrógeno se encuentran en determinadas bacterias y algas. Estas enzimas dividen las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno, liberando gas hidrógeno como subproducto. Sin embargo, el formaldehído, una sustancia química industrial común, puede inhibir la actividad de estas enzimas.
Los investigadores de la Universidad de California, Berkeley, descubrieron que podían evitar que el formaldehído inhibiera las enzimas productoras de hidrógeno añadiendo una pequeña molécula llamada glioxilato a la solución enzimática.
El glioxilato reacciona con el formaldehído para formar un compuesto que no inhibe las enzimas. Esto permitió que las enzimas siguieran produciendo gas hidrógeno incluso en presencia de formaldehído.
"Este es un avance significativo", afirmó el Dr. James Barber, profesor de química en UC Berkeley y uno de los autores del estudio. "El formaldehído es un importante inhibidor de las enzimas productoras de hidrógeno, por lo que encontrar una manera de prevenir esta inhibición es un gran paso adelante en el desarrollo de la producción de combustible de hidrógeno".
Los investigadores creen que su descubrimiento podría utilizarse para desarrollar nuevos métodos para producir combustible de hidrógeno a partir de agua. El combustible de hidrógeno es una alternativa de combustión limpia a los combustibles fósiles y podría usarse para impulsar automóviles, camiones y otros vehículos.
"Estamos entusiasmados con el potencial de este descubrimiento", afirmó el Dr. Barber. "Creemos que podría conducir a nuevas tecnologías para producir combustible de hidrógeno y ayudar a reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles".