La reacción de burbujeo también ayuda a detener el sangrado de la herida. Cuando el peróxido de hidrógeno se descompone en agua y oxígeno, el oxígeno ayuda a formar una costra sobre la herida. Esta costra ayuda a sellar la herida y prevenir un mayor sangrado.
Además, el peróxido de hidrógeno ayuda a matar cualquier bacteria que pueda estar presente en la herida. El oxígeno producido por la reacción es tóxico para las bacterias, por lo que ayuda a eliminar cualquier bacteria que pueda haber entrado en la herida. Esto puede ayudar a prevenir infecciones.
En general, la reacción burbujeante del peróxido de hidrógeno cuando se aplica a un corte ayuda a limpiar la herida, detener el sangrado y matar cualquier bacteria que pueda estar presente. Esto ayuda a prevenir infecciones y promover la curación.