1. Materias primas: Las pajitas flexibles están hechas de un material termoplástico llamado polipropileno. Este material es conocido por su flexibilidad y resistencia al agrietamiento, lo que lo hace ideal para pajitas que necesitan doblarse sin romperse.
2. Extrusión: La resina de polipropileno se funde y se hace pasar a través de un troquel circular para crear un tubo continuo de plástico. Luego, este tubo se enfría para solidificar el material.
3. Corrugación: Luego, el tubo de plástico pasa a través de una serie de rodillos que tienen un patrón corrugado. Estos rodillos presionan el tubo, creando las características curvas o corrugaciones en la pajita.
4. Corte: El tubo corrugado se corta en pajitas individuales utilizando una cuchilla giratoria o una sierra. El proceso de corte garantiza que cada pajita tenga una longitud constante y bordes limpios.
5. Dar forma final: Luego se les da forma a los extremos de las pajitas utilizando un molde calentado. Este proceso crea extremos acampanados o redondeados que facilitan beber con pajitas.
6. Embalaje: Las pajitas flexibles se inspeccionan para determinar su calidad y se empaquetan en paquetes o cajas para su distribución y venta.
7. Color y Aditivos: Las pajitas flexibles se pueden producir en varios colores agregando pigmentos al plástico fundido durante el proceso de extrusión. Algunos fabricantes también añaden saborizantes u otros aditivos para realzar el atractivo de las pajitas.
8. Opciones biodegradables: En los últimos años, ha habido una tendencia creciente hacia las pajitas flexibles biodegradables. Estas pajitas están hechas de materiales de origen vegetal, como maicena o caña de azúcar, y están diseñadas para descomponerse más rápidamente en el medio ambiente.
En general, la producción de pajitas flexibles implica una combinación de procesos de extrusión, corrugación, corte, conformación y envasado para crear pajitas únicas y flexibles que utilizamos para beber bebidas frías.