1. Ángulo de contacto: El ángulo de contacto entre las gotas de agua y la superficie superhidrófoba es muy alto, normalmente superior a 150 grados. Este alto ángulo de contacto indica que las gotas de agua tienen una humectabilidad mínima y tienden a formar perlas que descansan en la superficie en lugar de extenderse.
2. Estado de Cassie-Baxter: Las superficies superhidrófobas a menudo exhiben el estado de Cassie-Baxter, donde las gotas de agua descansan sobre pequeñas bolsas de aire atrapadas entre las asperezas de la superficie. Esta capa de aire evita el contacto directo entre el agua y la superficie sólida, reduciendo la adherencia y promoviendo la repelencia al agua.
3. Contacto superficial reducido: Debido a las bolsas de aire atrapadas, la superficie real en contacto con el agua se reduce significativamente. Esto crea un efecto de "deslizamiento", donde las gotas de agua se deslizan fácilmente sobre la superficie con una resistencia reducida.
4. Propiedades de autolimpieza: El estado de Cassie-Baxter facilita las propiedades de autolimpieza de las superficies superhidrófobas. Es más probable que las partículas de suciedad y los contaminantes queden atrapados en las bolsas de aire y puedan eliminarse fácilmente con las gotas de agua que caen de la superficie.
5. Antihielo y deshielo: Las superficies superhidrófobas pueden reducir la adhesión y acumulación de hielo. Las gotas de agua forman perlas esféricas que se deslizan por la superficie, evitando la formación de una capa de hielo continua. Esta propiedad es valiosa en diversas aplicaciones, como alas de aviones, parabrisas y líneas eléctricas, para evitar la formación de hielo.
6. Reducción de arrastre: La baja adhesión y el reducido contacto superficial de las gotas de agua sobre superficies superhidrófobas pueden conducir a una reducción de la resistencia en los flujos de fluidos. Esta propiedad encuentra aplicaciones en microfluidos, cascos de barcos y revestimientos de tuberías de agua para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de energía.
7. Manipulación de microgotas: Las superficies superhidrófobas permiten un control preciso de las microgotas, lo que las hace útiles en aplicaciones como microfluidos basados en gotas, dispositivos de laboratorio en un chip e impresión de inyección de tinta.
8. Biomímesis: Muchas superficies superhidrófobas están inspiradas en estructuras naturales como hojas de loto y alas de mariposa. Estas superficies exhiben una rugosidad jerárquica a micro y nanoescala que mejora la repelencia al agua.