- Secuestro de carbono: Las praderas marinas actúan como sumideros de carbono eficientes. Captan y almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) del agua de mar circundante mediante la fotosíntesis. Al eliminar el CO2 del agua, las praderas marinas ayudan a reducir la cantidad de CO2 disuelto que, de otro modo, reaccionaría con el agua de mar para formar ácido carbónico, contribuyendo a la acidificación de los océanos.
- Actividad fotosintética: Los pastos marinos liberan oxígeno al agua durante la fotosíntesis. Esto puede aumentar el pH (reducir la acidez) del agua de mar circundante, creando zonas de condiciones menos ácidas. El aumento del pH puede proporcionar un entorno más favorable para los organismos marinos que son vulnerables a los efectos adversos de la acidificación.
- Atrapamiento de sedimentos: Los lechos de pastos marinos atrapan sedimentos y partículas en sus densos sistemas de raíces, evitando que se resuspendan en la columna de agua. Cuando estos sedimentos están suspendidos, pueden transportar sustancias acidificantes como dióxido de carbono y materia orgánica disuelta al agua, lo que contribuye aún más a la acidificación. Al atrapar sedimentos, los pastos marinos reducen la liberación de estos compuestos al medio ambiente circundante.
- Apoyo a la Vida Marina: Las praderas de pastos marinos son hábitats importantes para diversos organismos marinos, incluidos peces, mariscos e invertebrados. Muchas de estas especies son cruciales para la salud del ecosistema marino y brindan servicios que benefician a los humanos, como recursos pesqueros, ciclo de nutrientes y protección costera. Al sustentar la vida marina, las praderas marinas contribuyen indirectamente a la resiliencia de los ecosistemas marinos y a su capacidad para resistir los impactos de la acidificación de los océanos.
En general, los pastos marinos desempeñan un papel vital en la mitigación de la acidificación de los océanos mediante el secuestro de carbono, la actividad fotosintética, la captura de sedimentos y el apoyo a la biodiversidad marina. Preservar y restaurar las praderas marinas puede ser una estrategia valiosa para combatir los efectos negativos de la acidificación de los océanos en los ecosistemas marinos.