La Zona de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ) de Londres es una de las iniciativas de aire limpio más ambiciosas del mundo. Se introdujo en 2019 y cubre un área del centro de Londres. La ULEZ impone un cargo diario de £12,50 a la mayoría de los vehículos que no cumplen con los estándares de emisiones Euro 6, lo que incluye la mayoría de los vehículos diésel fabricados antes de 2016.
La ULEZ ha sido muy eficaz para reducir la contaminación del aire en Londres. En el primer año de funcionamiento, los niveles de dióxido de nitrógeno cayeron una media del 20% en la zona del centro de Londres cubierta por la zona. La ULEZ también ha provocado una disminución significativa del número de vehículos diésel en las carreteras de Londres.
2. Prohibición de vehículos diésel en París
París ha adoptado un enfoque diferente para reducir la contaminación del aire provocada por los vehículos diésel. En 2015, la ciudad introdujo una prohibición de vehículos diésel que tengan más de 10 años. La prohibición se aplica a todos los vehículos, incluidos turismos, furgonetas y camiones.
La prohibición de los vehículos diésel ha sido controvertida, pero ha resultado eficaz para reducir la contaminación del aire en París. Durante el primer año de prohibición, los niveles de dióxido de nitrógeno cayeron una media del 17% en el centro de la ciudad. La prohibición también ha provocado una disminución del número de vehículos diésel en las carreteras de París.
3. Zona de Bajas Emisiones de Barcelona
La Zona de Bajas Emisiones (LEZ) de Barcelona es similar a la ULEZ de Londres. Se introdujo en 2020 y cubre un área del centro de Barcelona. La LEZ impone una tarifa diaria de 2 euros a la mayoría de los vehículos que no cumplen con la norma de emisiones Euro 6.
La ZBE ha resultado eficaz para reducir la contaminación del aire en Barcelona. En el primer año de funcionamiento, los niveles de dióxido de nitrógeno cayeron una media del 10% en la zona central de Barcelona cubierta por la zona. La ZBE también ha supuesto una disminución del número de vehículos diésel en las carreteras de Barcelona.
4. El centro de la ciudad sin coches de Copenhague
Copenhague ha adoptado un enfoque más radical para reducir la contaminación del aire provocada por los vehículos. En 2011, la ciudad introdujo una zona libre de automóviles en el centro de la ciudad. La zona cubre un área de aproximadamente 1 kilómetro cuadrado e incluye la mayoría de las atracciones turísticas populares de la ciudad.
El centro urbano sin coches ha resultado muy eficaz para reducir la contaminación del aire en Copenhague. Durante el primer año de funcionamiento, los niveles de dióxido de nitrógeno disminuyeron una media del 30% en el centro de la ciudad. La zona libre de automóviles también ha provocado una disminución de la congestión del tráfico y un aumento de los desplazamientos a pie y en bicicleta.
5. Programa de incentivos para vehículos eléctricos de Oslo
Oslo ha adoptado un enfoque diferente para reducir la contaminación del aire provocada por los vehículos. La ciudad ha introducido una serie de incentivos para animar a la gente a comprar vehículos eléctricos (EV). Estos incentivos incluyen exenciones fiscales, estacionamiento gratuito y acceso a carriles para autobuses.
El programa de incentivos para vehículos eléctricos ha sido muy eficaz a la hora de aumentar el número de vehículos eléctricos en las carreteras de Oslo. En 2020, los vehículos eléctricos representaron más del 60% de todas las ventas de automóviles nuevos en Oslo. La ciudad está en camino de convertirse en la primera ciudad del mundo donde los vehículos eléctricos son la mayoría de los vehículos en las carreteras.
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas formas en que las ciudades europeas están luchando contra el aire contaminado por diésel. Al adoptar una variedad de enfoques diferentes, estas ciudades están logrando avances significativos en la reducción de la contaminación del aire y la mejora de la salud pública.