Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre cómo el metano, un potente gas de efecto invernadero, atraviesa las barreras de hielo del fondo del mar y entra a la atmósfera. Los hallazgos podrían ayudar a los científicos a comprender mejor cómo el cambio climático está afectando la liberación de metano de los fondos marinos del Ártico, lo que podría tener implicaciones significativas para el clima global.
El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, fue realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin. El equipo utilizó una combinación de experimentos de laboratorio y modelos informáticos para investigar cómo el gas metano se acumula debajo del hielo marino y finalmente llega a la atmósfera.
Los investigadores descubrieron que se pueden formar burbujas de gas metano debajo del hielo marino cuando se descompone la materia orgánica del fondo marino. A medida que las burbujas ascienden, encuentran una capa de hielo que puede actuar como una barrera impidiéndoles escapar a la atmósfera. Sin embargo, los investigadores descubrieron que las burbujas pueden eventualmente romper el hielo si son lo suficientemente grandes y si el hielo es lo suficientemente delgado.
Los hallazgos del estudio sugieren que el cambio climático podría provocar una mayor liberación de metano de los fondos marinos del Ártico. A medida que el hielo marino del Ártico se derrita, la capa de hielo se volverá más delgada y menos capaz de evitar que las burbujas de metano escapen a la atmósfera. Esto podría conducir a un ciclo de retroalimentación positiva, en el que la liberación de metano del fondo marino contribuye a un mayor cambio climático.
La autora principal del estudio, la Dra. Carolyn Ruppel, dijo que los hallazgos son importantes para comprender los impactos potenciales del cambio climático en el Ártico. "Nuestro estudio proporciona nuevos conocimientos sobre cómo se libera gas metano del fondo del mar y cómo este proceso podría verse afectado por el cambio climático", dijo. "Esta información es fundamental para desarrollar estrategias para mitigar los impactos del cambio climático en el Ártico y el clima global".
El metano es un potente gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento 25 veces mayor que el dióxido de carbono. El gas se libera a la atmósfera a partir de diversas fuentes, incluidas fuentes naturales como humedales y volcanes, y actividades humanas como la producción de combustibles fósiles y la agricultura. El Ártico es una fuente importante de metano y se espera que la cantidad de metano liberado en la región aumente a medida que el clima se calienta.