Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin ha demostrado que es posible producir gas natural y al mismo tiempo almacenar dióxido de carbono bajo tierra. Esto podría tener un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático, ya que el gas natural es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio, publicado en la revista Joule, describe un proceso llamado "coproducción" que consiste en inyectar dióxido de carbono en un depósito subterráneo de gas natural. Esto ayuda a aumentar la presión en el yacimiento, lo que permite extraer más gas natural. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono se almacena bajo tierra, evitando que se libere a la atmósfera.
Los investigadores probaron su proceso de coproducción en un proyecto piloto en el oeste de Texas. Descubrieron que podían aumentar la producción de gas natural hasta en un 30% y al mismo tiempo almacenar dióxido de carbono bajo tierra.
El éxito de este proyecto piloto podría conducir a la adopción generalizada de la coproducción como forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si se utilizara la coproducción en todos los pozos de gas natural de Estados Unidos, se podrían almacenar hasta mil millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Esto equivale a las emisiones anuales de unos 200 millones de automóviles.
"Este es un avance significativo que podría tener un impacto importante en la lucha contra el cambio climático", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Peter Cook. "La coproducción ofrece una manera de seguir produciendo gas natural y al mismo tiempo reducir nuestra huella de carbono".
El siguiente paso de los investigadores es llevar a cabo un proyecto piloto a mayor escala para probar más a fondo la viabilidad de la coproducción. Si esto tiene éxito, esperan que se adopte la coproducción en los pozos de gas natural de todo el mundo.