El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge y el Museo Británico, analizó 24 dagas de la Edad del Bronce Final (1200-800 a. C.) que fueron encontradas en Gran Bretaña e Irlanda. Los investigadores utilizaron una variedad de técnicas, incluida la microscopía óptica, la microscopía electrónica de barrido y la espectroscopia de rayos X de dispersión de energía, para examinar el desgaste de las dagas.
Los resultados del estudio mostraron que las dagas se usaban principalmente para cortar y perforar, con alguna evidencia de uso como raspadores y punzones. Los bordes cortantes de las dagas eran típicamente afilados y bien definidos, mientras que las puntas perforadoras a menudo eran desafiladas o redondeadas. Los investigadores también encontraron evidencia de que las dagas a veces se usaban para trabajar con madera, como lo demuestra la presencia de fibras de madera incrustadas en el desgaste.
El estudio proporciona nuevos conocimientos sobre el uso de las dagas de la Edad del Bronce y arroja luz sobre la vida cotidiana de las personas que las usaban. Las dagas eran claramente una herramienta importante para estas personas, y se usaban para una variedad de tareas, incluyendo cortar, perforar, raspar y punzar.