El proceso de quimiotaxis implica la detección de señales químicas mediante receptores específicos en la superficie de las células microbianas. Estos receptores se unen a las sustancias químicas y desencadenan una vía de transducción de señales que da como resultado la activación de flagelos u otras estructuras de motilidad. Luego, los microbios se mueven en la dirección de mayor concentración del atrayente químico.
En el contexto de los derrames de petróleo, los microbios que son atraídos por el petróleo suelen ser bacterias y hongos que degradan los hidrocarburos. Estos microorganismos tienen la capacidad de descomponer y utilizar hidrocarburos como fuente de carbono y energía. Al descomponer el petróleo, estos microbios ayudan a biodegradar el derrame de petróleo y mitigar su impacto ambiental.
La tasa de biodegradación de un derrame de petróleo depende de varios factores, incluido el tipo de petróleo, las condiciones ambientales y la presencia de comunidades microbianas específicas. Sin embargo, la quimiotaxis juega un papel crucial en la atracción inicial de microbios al derrame de petróleo y el posterior proceso de biodegradación.