El estudio, publicado en la revista Environmental Science &Technology, encontró que la concentración de ciertos contaminantes, como el plomo y el cobre, aumentó en el agua potable de Berlín durante la pandemia. Probablemente esto se deba al hecho de que las personas pasaban más tiempo en casa y usaban más agua para lavarse las manos y limpiar sus hogares.
El estudio también encontró que el cambio climático está provocando cambios en la calidad del agua potable de Berlín. Por ejemplo, durante los meses de verano aumentó la concentración de determinados compuestos orgánicos, como los trihalometanos, en el agua potable de Berlín. Probablemente esto se deba a que las altas temperaturas provocan que el agua de los embalses de Berlín se estanque y contamine cada vez más.
Los investigadores dicen que los hallazgos de su estudio tienen implicaciones para la salud pública. Recomiendan que las personas tomen medidas para reducir su exposición a los contaminantes en el agua potable, como usar un filtro de agua o beber agua embotellada. También recomiendan que el gobierno tome medidas para mejorar la calidad del agua potable, como invertir en infraestructura e implementar regulaciones más estrictas.
Los hallazgos del estudio son un recordatorio de que la pandemia de COVID-19 y el cambio climático están teniendo un impacto de amplio alcance en nuestras vidas, incluida la calidad de nuestra agua potable. Es importante ser conscientes de estos impactos y tomar medidas para protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias.