1. Baja densidad: La espuma de poliestireno es muy liviana y voluminosa, lo que dificulta su recolección y transporte eficiente para su reciclaje.
2. Contaminación: La espuma de poliestireno se contamina fácilmente con residuos de alimentos, grasa y otras sustancias, lo que dificulta su reciclaje limpio.
3. Mercados limitados: Existen mercados limitados para la espuma de poliestireno reciclada debido a su bajo valor y sus limitadas aplicaciones. La mayoría de las instalaciones de reciclaje carecen del equipo y la infraestructura necesarios para procesar la espuma de poliestireno de manera efectiva.
Como resultado, la mayor parte del poliestireno termina en los vertederos o como basura. Algunas comunidades han implementado programas de reciclaje de poliestireno, pero estos suelen ser a pequeña escala y enfrentan diversos desafíos. Los materiales de embalaje alternativos biodegradables o compostables están surgiendo como opciones más respetuosas con el medio ambiente para reducir la necesidad de espuma de poliestireno.