El zinc puede inhibir el crecimiento de cálculos de oxalato de calcio, que son el tipo más común de cálculos renales. El zinc se une al oxalato en la orina, evitando que se una al calcio y forme cristales. Esto puede ayudar a prevenir la formación de nuevos cálculos de oxalato de calcio y también puede ayudar a disolver los cálculos existentes.
Sin embargo, el zinc puede promover el crecimiento de cálculos de estruvita, que son un tipo de cálculo renal compuesto de fosfato de magnesio y amonio. El zinc puede aumentar la cantidad de magnesio y amonio en la orina, lo que puede provocar la formación de cálculos de estruvita.
Por lo tanto, el efecto del zinc sobre el crecimiento de cálculos renales depende del tipo específico de cálculo. En algunos casos, el zinc puede ser útil para prevenir o disolver los cálculos renales, mientras que en otros casos puede promover el crecimiento de los cálculos.