Control del partido mayoritario
Cuando el mismo partido político controla tanto el Senado como la Cámara de Representantes, normalmente conduce a una mayor productividad legislativa y a la aprobación de más proyectos de ley que se alinean con las prioridades del partido.
Un ejemplo de esto fue el período de control demócrata en el Congreso durante los dos primeros años de mandato del presidente Barack Obama (2009-2010), cuando los demócratas tenían mayorías en ambas cámaras. Este período vio la aprobación de leyes importantes como la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), también conocida como Obamacare. La ACA fue una pieza histórica de la reforma sanitaria que amplió la cobertura del seguro médico a millones de estadounidenses.
Otro ejemplo es el período de control republicano del Senado de 2015-2016. Durante este período, los republicanos pudieron aprobar varios proyectos de ley que se alineaban con su agenda conservadora, incluidos recortes de impuestos y el nombramiento de jueces conservadores.
Control dividido
Cuando hay un control dividido del Senado y la Cámara, puede resultar más difícil aprobar leyes, especialmente proyectos de ley controvertidos o partidistas. Esto se debe a que las dos cámaras deben llegar a un consenso sobre cualquier proyecto de ley antes de que pueda enviarse al presidente para su firma.
Un ejemplo de esto es la situación actual, donde los demócratas controlan el Senado y los republicanos controlan la Cámara. Este control dividido ha dificultado la aprobación de leyes importantes como la Ley Build Back Better, un gran proyecto de ley de gasto social que fue una prioridad clave del presidente Biden. El proyecto de ley ha sido debatido y revisado varias veces, pero no ha podido ser aprobado por ninguna de las cámaras en su forma actual.
Filibusterismo
Otro factor que afecta el impacto del control del Senado en la formulación de políticas es el obstruccionismo, un procedimiento que permite a los senadores prolongar el debate e impedir la votación de un proyecto de ley. Esto significa que incluso cuando un partido controla el Senado, aún puede tener dificultades para aprobar legislación si el partido minoritario utiliza el obstruccionismo para bloquearla.
El obstruccionismo se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, lo que dificulta la aprobación de leyes en el Senado. Esto, combinado con el control dividido del Senado y la Cámara, ha resultado en una disminución en el número de proyectos de ley aprobados por el Congreso en las últimas décadas.
En resumen, el control del Senado estadounidense puede tener un impacto significativo en la formulación de políticas legislativas. Cuando un partido controla tanto el Senado como la Cámara de Representantes, normalmente conduce a una mayor productividad legislativa y a la aprobación de más proyectos de ley que se alinean con las prioridades del partido. Sin embargo, el control dividido y el uso del obstruccionismo pueden hacer que sea más difícil aprobar leyes, incluso cuando un partido controla el Senado.