Las simulaciones muestran que la velocidad de corrosión de los materiales en dióxido de carbono inerte aumenta al aumentar la temperatura y la presión. Esto se debe a que cuanto más altas son la temperatura y la presión, más probabilidades hay de que el hierro reaccione con el dióxido de carbono y el agua. Las simulaciones también muestran que la velocidad de corrosión de los materiales en dióxido de carbono inerte disminuye al aumentar la concentración de dióxido de carbono. Esto se debe a que cuanto mayor es la concentración de dióxido de carbono, es menos probable que el hierro reaccione con el agua.
Estas simulaciones proporcionan información valiosa sobre la corrosión de materiales en dióxido de carbono inerte. Esta información se puede utilizar para diseñar materiales que sean más resistentes a la corrosión.