Desde que fueron introducidos por Gilbert N. Lewis en 1916, los químicos han estado usando diagramas de puntos de Lewis para representar la unión de moléculas covalentes y complejos de coordinación. Usted representa los electrones de valencia como puntos y los organiza de tal manera que las capas externas de los elementos en el compuesto tienen una capa llena de ocho o doce electrones, dependiendo del elemento. El hidrógeno, la excepción, solo necesita dos electrones para llenar su capa exterior. Para construir un diagrama de Lewis, debe comenzar con un átomo central alrededor del cual se congregan todos los demás átomos. El átomo central es el que tiene la electronegatividad más baja, y puede comparar la electronegatividad mirando la tabla periódica. También puede usar uno o ambos métodos para determinar el átomo central.
Método 1: Comparar la electronegatividad
La electronegatividad de un elemento es su propensión a atraer electrones, y el elemento en un compuesto con la electronegatividad más baja suele ser la central. La excepción a esta regla es el hidrógeno, que nunca es el átomo central, excepto en la molécula H 2. La comparación de la electronegatividad es la forma más confiable de determinar el átomo central. Puede determinar la electronegatividad relativa mirando la tabla periódica. Teniendo en cuenta algunas excepciones, la electronegatividad aumenta a medida que se mueve hacia arriba y hacia la derecha. El francio, elemento número 87 en la parte inferior del primer período, tiene una electronegatividad muy baja, mientras que el flúor, elemento número 9 en la parte superior del período 17, tiene una muy alta. Los gases nobles, que forman la última columna de la tabla, no forman compuestos. Como regla, el elemento que ocurre la menor cantidad de veces en el compuesto es el central. Este es un método fácil de usar, ya que le permite determinar el átomo central simplemente mirando la fórmula química. Por ejemplo, el oxígeno es el átomo central en H 2O (agua), y el carbono es el átomo central en CO 2 (dióxido de carbono). Desafortunadamente, este método lo deja completamente a oscuras cuando se trata de compuestos que contienen elementos que ocurren en números iguales, como HCN (cianuro de hidrógeno). Una lista corta de elementos, organizados en orden de prioridad, puede facilitar la determinación del átomo central y, cuando se combina con el método 2, elimina la necesidad de consultar la tabla periódica en la mayoría de los casos. La lista es C, Si, N, P, S y O. Si tiene un compuesto que contiene uno o más de estos elementos, el que aparece primero en la lista es el átomo central. Por ejemplo, en la molécula de fosfato de carbono (C 3O 16P 4), el carbono es el átomo central porque aparece primero en la lista. También puede decir que es el átomo central porque es el menos numeroso.
Método 2: encontrar el elemento menos numeroso
Método 3: Memorizar una lista