El amoníaco es uno de los productos químicos más producidos en el mundo y se utiliza en muchas industrias manufactureras y de servicios. La tecnología de producción convencional es el proceso Haber-Bosch, que combina gas nitrógeno (N2 ) y gas hidrógeno (H2 ) en un reactor en presencia de un catalizador.
Este proceso requiere altos niveles de temperatura y presión, lo que resulta en un consumo de energía sustancial. De hecho, se estima que la producción de amoníaco consume entre el 1% y el 2% de la electricidad mundial y representa alrededor del 3% de las emisiones globales de carbono.
En busca de alternativas más sostenibles, investigadores afiliados al Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales (CDMF) han desarrollado un proceso electroquímico de reducción de nitrógeno utilizando catalizadores hechos de óxido de hierro y disulfuro de molibdeno. Debido a que el proceso es electroquímico, no requiere altas temperaturas ni presión.
Un artículo sobre el tema aparece publicado en la revista Electrochimica Acta . Los autores son Caio Vinícius da Silva Almeida, becario postdoctoral de la UFSCar, y Lucia Helena Mascaro, profesora del Departamento de Química de la UFSCar.
Los catalizadores en cuestión se preparan mediante galvanoplastia, un método sencillo y económico. Como se informa en el artículo, son eficientes, estables y duraderos. Los resultados de la investigación abren posibilidades para el uso de catalizadores simples y de bajo costo en la producción de amoníaco y la síntesis de materiales amorfos para la fijación de nitrógeno.
Más información: Caio V.S. Almeida et al, Mejora de la reducción electroquímica de N2 en condiciones suaves con FexOy codepositado sobre MoS2 amorfo, Electrochimica Acta (2023). DOI:10.1016/j.electacta.2023.143680
Proporcionado por la FAPESP