Casi todos los teléfonos móviles modernos tienen una brújula o magnetómetro incorporado que detecta la dirección del campo magnético de la Tierra y proporciona información fundamental para la navegación. Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha desarrollado una técnica que utiliza un magnetómetro común de un teléfono celular para un propósito completamente diferente:medir la concentración de glucosa, un marcador de diabetes, con alta precisión. P>
La misma técnica, que utiliza el magnetómetro junto con materiales magnéticos diseñados para cambiar su forma en respuesta a señales biológicas o ambientales, podría usarse para medir de forma rápida y económica una serie de otras propiedades biomédicas para monitorear o diagnosticar enfermedades humanas. El método también tiene el potencial de detectar toxinas ambientales, afirmó el científico del NIST Gary Zabow.
En su estudio de prueba de concepto, Zabow y su colega investigador del NIST, Mark Ferris, sujetaron a un teléfono celular un pequeño pozo que contenía la solución a probar y una tira de hidrogel, un material poroso que se hincha cuando se sumerge en agua.
Los investigadores incrustaron pequeñas partículas magnéticas dentro del hidrogel, que habían diseñado para reaccionar a la presencia de glucosa o a los niveles de pH (una medida de acidez) expandiéndose o contrayéndose. Los cambios en los niveles de pH pueden estar asociados con una variedad de trastornos biológicos.
A medida que los hidrogeles se agrandaban o encogían, acercaban o alejaban las partículas magnéticas del magnetómetro del teléfono móvil, que detectaba los cambios correspondientes en la fuerza del campo magnético. Empleando esta estrategia, los investigadores midieron concentraciones de glucosa tan pequeñas como unas pocas millonésimas de mol (la unidad científica para una cierta cantidad de átomos o moléculas en una sustancia).
Aunque no se requiere una sensibilidad tan alta para controlar los niveles de glucosa en el hogar utilizando una gota de sangre, en el futuro podría permitir realizar pruebas rutinarias de glucosa en la saliva, que contiene una concentración mucho menor de azúcar.
Los investigadores informaron sus hallazgos en Nature Communications. .
Los hidrogeles diseñados o "inteligentes" como los que empleó el equipo del NIST son económicos y relativamente fáciles de fabricar, dijo Ferris, y pueden adaptarse para reaccionar a una serie de compuestos diferentes que los investigadores médicos pueden querer medir. En sus experimentos, él y Zabow apilaron capas individuales de dos hidrogeles diferentes, cada uno de los cuales se contraía y expandía a diferentes velocidades en respuesta al pH o la glucosa.
Más información: Mark Ferris et al, Medición cuantitativa de alta sensibilidad de analitos líquidos utilizando la brújula de un teléfono inteligente, Nature Communications (2024). DOI:10.1038/s41467-024-47073-2
Información de la revista: Comunicaciones sobre la naturaleza
Proporcionado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía del NIST. Lea la historia original aquí.