Si bien no existe ninguna regulación en los EE. UU. sobre el contenido de los champús orgánicos, estos tienden a contener ingredientes percibidos como seguros o respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, estos champús "limpios" se separan y echan a perder más rápido que los elaborados con estabilizantes y conservantes sintéticos. Ahora, investigadores de ACS Sustainable Chemistry &Engineering demuestran que un proceso simple (hacer girar el champú orgánico a altas velocidades) mejoró la vida útil de los productos finales y su capacidad para limpiar el cabello.
A veces se utilizan emulsionantes naturales, como la goma xantana y el alcohol cetílico, para evitar que el champú orgánico se separe y mejorar su espuma jabonosa. Sin embargo, no siguen siendo eficaces durante tanto tiempo como los emulsionantes sintéticos utilizados en los productos convencionales para el cuidado del cabello.
Entonces, Youhong Tang, Colin Raston y sus colegas buscaron una tecnología inventada por Raston:un dispositivo fluídico de vórtice (VFD). El equipo quería ver si la plataforma giratoria de alta velocidad podía funcionar tan bien como un químico para mejorar la espuma y la estabilidad del champú orgánico sin agregar más ingredientes a la lista de ingredientes en la parte posterior de la botella.
Anteriormente, los investigadores determinaron que la micromezcla intensa de VFD podría producir biodiesel limpio a partir de aceite de cocina usado y homogeneizar la leche cruda, pero no habían usado la plataforma para procesar líquidos más pegajosos, como champús. Supusieron que también podría minimizar la agregación de gotas de aceite y microesferas de vidrio, componentes de algunas formulaciones de champús orgánicos, maximizando así la estabilidad de estos productos de cuidado personal.
Para probar la teoría, los investigadores agregaron champú orgánico fresco comprado en la tienda a un tubo de vidrio inclinado 45 grados y lo hicieron girar durante 15 minutos a 4500 revoluciones por minuto. (Su trabajo previo determinó que este ángulo y la velocidad de giro eran las condiciones óptimas para el procesamiento).
Después de 30 días de almacenamiento, una muestra de champú orgánico sin procesar cambió de blanco a amarillo y se separó en dos capas, mientras que el champú hilado no cambió de color y permaneció homogeneizado. En pruebas que compararon la capacidad de formación de espuma y limpieza de los productos, los investigadores encontraron que la espuma del champú hilado duraba más y limpiaba el cabello humano más a fondo.
A nivel microscópico, el champú hilado contenía gotas de aceite y microesferas de vidrio más uniformemente dispersas en comparación con el producto original. El equipo dice que el resultado confirmó la hipótesis de que el procesamiento VFD podría ser una técnica "verde" de un solo paso para líquidos viscosos emulsionados más estables.
A continuación, planean caracterizar cómo el procesamiento con VFD afecta los componentes individuales de los champús orgánicos, como tensioactivos naturales (jabones) y extractos botánicos, para poder perfeccionar la técnica para una gama más amplia de champús orgánicos, otros productos naturales para el cuidado personal y cosméticos.
Más información: Xuejiao Cao et al, Mejora de la estabilidad y la función de limpieza del champú orgánico mediante un dispositivo fluídico Vortex, ACS Química e ingeniería sostenibles (2024). DOI:10.1021/acssuschemeng.3c08159
Información de la revista: ACS Química e Ingeniería Sostenible
Proporcionado por la Sociedad Química Estadounidense