En el mundo moderno, la sal es tan universal y tan fácilmente disponible que es fácil olvidar qué sustancia tan interesante y versátil es. Además de hacer los bocadillos adictivos, es ampliamente utilizado en procesos industriales y laboratorios químicos. La sal también es un conservante importante, utilizado en la conservación de alimentos y el embalsamamiento durante miles de años. Curiosamente, es el efecto conservante de la sal lo que lo hace letal para las sanguijuelas y criaturas similares.
La sal como conservante
Durante el siglo XX, los científicos llegaron a una comprensión sin precedentes de la seguridad alimentaria, derivada de un estudio intensivo de bacterias y otros microorganismos. Para que las bacterias crezcan necesitan condiciones favorables, que incluyen temperaturas moderadas, un ligero grado de acidez y una pequeña cantidad de humedad. La sal conserva los alimentos mediante un proceso llamado presión osmótica. Cuando la sal está presente, extraerá la humedad de las células a través de las paredes celulares, dejando el interior de las células mucho más seco que antes. Cuando se sala en exceso, queda muy poca agua en las células para mantener la vida microbiana.
Sal como veneno
Es bien sabido que demasiada sal puede tener efectos dañinos en las células vivas, lo que es la razón por la cual tantos estadounidenses siguen dietas bajas en sodio. Sin embargo, el problema del exceso de sal es más inmediato para las sanguijuelas porque sus pieles son permeables; a diferencia del nuestro, permiten el libre paso de la humedad. Cuando las sanguijuelas se rocían con sal, crean una presión osmótica que extrae la humedad de sus células exactamente de la misma manera que lo hace con un jamón. Al igual que con las bacterias en los alimentos, secar las células los hace incapaces de mantener la vida.
Usos y limitaciones
La sal es una forma efectiva de matar sanguijuelas y otras plagas, como las babosas de jardín, pero solo a pequeña escala Si tu lugar favorito para nadar está plagado de sanguijuelas, introducir suficiente sal en el agua para matarlas también sería devastador para el resto del ecosistema. Atrapar las sanguijuelas es una mejor opción. Ponga un pedazo de carne en una lata de café y haga pequeños agujeros en la tapa y luego sumérjalo en su lago o estanque. Las sanguijuelas lo encontrarán y se abrirán paso hacia la lata, pero no podrán volver a salir.
Sobre las sanguijuelas
Aunque son una molestia para los nadadores, y una causa de cierta repulsión hacia la aprensivos, las sanguijuelas no son peligrosas para los humanos. Tomarán una pequeña cantidad de sangre y caerán por sí solos una vez que estén llenos. Se han utilizado con fines medicinales durante miles de años y, a veces, todavía los usan médicos modernos para tratar coágulos de sangre y problemas similares. El ingrediente anticoagulante de la saliva sanguijuela, llamado hirudina, se aisló en el laboratorio durante la década de 1950 y ahora se usa ampliamente en medicina para prevenir la coagulación.