En la naturaleza, las sustancias pueden existir en forma de sólidos, líquidos, gases o plasma. Las transiciones entre estos estados se llaman cambios de fase y tienen lugar bajo ciertas condiciones de presión y temperatura. La sublimación y la deposición son dos tipos de cambios de fase que, por definición, son opuestos entre sí.
Sublimación
La sublimación es el cambio de fase que ocurre cuando una sustancia va directamente de un sólido a un gas Cuando ocurre la sublimación, la sustancia no pasa por la fase líquida. Se requiere energía para que un sólido se sublime en un gas. En la naturaleza, el calor producido por la luz solar suele ser la fuente de energía. Un ejemplo de sublimación es cómo reacciona el hielo seco cuando se expone a una temperatura y presión promedio de la habitación. El hielo seco es dióxido de carbono que se solidificó a través de un complejo proceso que involucra condensación en un líquido a muy baja temperatura y alta presión y posterior liberación de la presión, lo que provoca la rápida evaporación de aproximadamente la mitad del CO2 líquido, proporcionando suficiente energía para congelar el líquido en CO2 sólido o hielo seco. Cuando se expone a la presión y temperatura atmosférica normales, el hielo seco se convierte en vapor.
Deposición
La deposición ocurre cuando una sustancia pasa directamente del estado de gas al estado sólido. Al igual que la sublimación, la fase líquida intermedia se omite. En contraste con la sublimación, el proceso de deposición libera energía. Un ejemplo de deposición es la formación de escarcha. En temperaturas frías, el vapor de agua se somete a deposición para formar una capa fina de hielo sólido en las plantas y el césped.