El proceso de convertir el carbón en grafito se conoce como grafitación. El grafito se produce naturalmente, pero generalmente se produce comercialmente mediante el tratamiento del coque de petróleo. El coque es un subproducto de la destilación destructiva del carbón. Si bien es posible convertir el carbono en grafito, este proceso requiere equipos industriales que no están disponibles para la persona promedio.
Cree coque a partir del carbón. El carbón es una forma de carbono. Usando un horno sin aire, cocine el carbón hasta que todos los gases y líquidos hayan sido eliminados. Esto incluye agua, gas de carbón y alquitrán de hulla. La temperatura utilizada puede alcanzar hasta 3.630 grados, por lo que la energía y el equipo necesarios solo suelen ser utilizados por los productores industriales de grafito. El material resultante, el coque, se tritura en polvo.
Cree carburo de silicio. En un horno eléctrico, el carbono y el silicio, a menudo en forma de arcilla, se combinan para crear carburo de silicio, un producto intermedio en la producción de grafito.
Derivar grafito de carburo de silicio. Usando un horno industrial, caliente el carburo de silicio a por lo menos 7,500 grados. A esta temperatura, el silicio comienza a dejar el carburo de silicio, dejando solo grafito.