El agua de lluvia es naturalmente ligeramente ácida, con un pH de aproximadamente 5.0. Las variaciones naturales y los contaminantes humanos pueden provocar que la lluvia sea más ácida. Dependiendo de la región, la estación y la presencia de contaminantes, el pH de la lluvia puede bajar a tan solo 2.0 (la acidez del vinagre).
Ácido carbónico
La acidez de la lluvia "normal" es atribuido al ácido carbónico, un compuesto natural que se forma durante el ciclo del agua.
Variaciones naturales
Incluso en áreas que son mínimamente afectadas por la contaminación humana, el pH de la lluvia puede variar de 4.5-5.0 . Las áreas volcánicas, incluida Hawai, pueden experimentar lluvias más ácidas debido a los compuestos a base de azufre que se liberan a la atmósfera por la actividad volcánica.
Contaminantes de azufre
En áreas no volcánicas, precipitación ácida generalmente es causado por la contaminación humana. Las centrales eléctricas de carbón liberan compuestos que forman ácido sulfúrico, causando que la lluvia se vuelva tan ácida como el jugo de limón en algunas áreas.
Efectos
La lluvia ácida está asociada con la extinción del río, la erosión, la pérdida de problemas de vegetación y salud humana.
Soluciones
Si bien no hay manera de establecer el pH natural exacto del agua en un área determinada, los ecólogos coinciden en que la amenaza de la precipitación ácida puede mitigarse a través de la disminución dependencia industrial de los combustibles fósiles.