1. Prueba empírica: Los científicos diseñan y realizan experimentos u observaciones para recopilar datos que puedan apoyar o refutar la explicación propuesta. Estos datos deben ser reproducibles y confiables.
2. Revisión por pares: Después de realizar investigaciones, los científicos presentan sus hallazgos a revistas revisadas por pares. Otros expertos en el campo evalúan críticamente la metodología, el análisis y las conclusiones del estudio. Esto ayuda a garantizar la calidad y validez de la investigación.
3. Falsifiabilidad: Una explicación científica debe ser falsificable, lo que significa que debe haber un posible experimento u observación que pueda refutarla. Si una explicación no puede ser probada o potencialmente refutada, no se considera científica. Este principio ayuda a garantizar que las explicaciones científicas se basen en evidencia y no solo la especulación.