La evolución es el proceso por el cual las poblaciones de organismos cambian con el tiempo. Este cambio ocurre a través de una combinación de factores:
* Variación: Las personas dentro de una población tienen rasgos ligeramente diferentes. Esta variación proviene de mutaciones en sus genes.
* Selección: El medio ambiente favorece ciertos rasgos, lo que significa que las personas con esos rasgos tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Esto a menudo se conoce como "supervivencia del más apto", pero es importante recordar que "más apto" significa mejor adaptado al entorno específico, no necesariamente el más fuerte o más rápido.
* herencia: Los rasgos que están favorecidos por el medio ambiente se transmiten a la próxima generación. Esto significa que con el tiempo, la frecuencia de esos rasgos en la población aumenta.
Entonces, para resumir, la evolución no se trata solo de las personas mejor adaptadas que sobreviven, sino también de cómo se transmiten esos rasgos y se vuelven más comunes con el tiempo. Esto lleva a las poblaciones que cambian y se adaptan a su entorno.