Las paredes celulares de los hongos están formadas por quitina, un azúcar complejo que también se encuentra en los exoesqueletos de insectos y crustáceos. La quitina es un material fuerte y flexible que permite que los hongos crezcan en una variedad de ambientes. Las paredes celulares de los hongos también contienen poros que permiten que los nutrientes entren a la célula.
El proceso de absorción de nutrientes en los hongos se llama ósmosis. La ósmosis es el movimiento de agua desde una zona de alta concentración a una zona de baja concentración. En el caso de los hongos, las moléculas de agua pasan del medio ambiente a la célula del hongo a través de los poros de la pared celular. Los nutrientes que se disuelven en el agua también se transportan al interior de la célula.
Una vez dentro de la célula, los nutrientes se descomponen en moléculas más pequeñas que el hongo puede utilizar para obtener energía y crecer. Los hongos desempeñan un papel importante en la descomposición de la materia orgánica y también se utilizan en la producción de alimentos, bebidas y medicamentos.