El desarrollo de los folículos es un proceso complejo que involucra varias hormonas. La glándula pituitaria en el cerebro libera la hormona folículo estimulante (FSH), que estimula el crecimiento y desarrollo de los folículos en los ovarios. A medida que un folículo crece, produce estrógeno, que espesa el revestimiento del útero en preparación para el embarazo.
Cuando un folículo madura, libera el óvulo mediante un proceso llamado ovulación. Luego, el óvulo viaja por las trompas de Falopio, donde puede ser fertilizado por los espermatozoides. Si el óvulo es fertilizado, se implantará en el revestimiento del útero y se convertirá en un feto.
Si el óvulo no es fertilizado, será reabsorbido por el cuerpo. El cuerpo lúteo, una estructura que se forma a partir del folículo después de la ovulación, se descompondrá y los niveles de estrógeno y progesterona disminuirán. Esta disminución de las hormonas hace que el revestimiento del útero se desprenda, lo que provoca la menstruación.
El desarrollo de los folículos es fundamental para la reproducción. Sin folículos no se producirían óvulos y el embarazo no sería posible.