La pista "a pescado" ayuda a establecer cómo evolucionan las proteínas porque sugiere que las proteínas pueden haber evolucionado a partir de moléculas más simples que se encuentran en los océanos antiguos. Muchas proteínas contienen aminoácidos similares a los que se encuentran en moléculas como la urea, que está presente en altas concentraciones en los océanos. Esto implica que estos aminoácidos podrían haber sido los pilares para el desarrollo de proteínas más complejas a lo largo de la evolución.