Genética
Nuestros genes desempeñan un papel en muchos aspectos de nuestro desarrollo, incluida nuestra apariencia física, nuestra personalidad y nuestra inteligencia. Los estudios han demostrado que los gemelos idénticos, que comparten el 100% de sus genes, son más similares en comportamiento que los gemelos fraternos, que comparten sólo el 50% de sus genes. Esto sugiere que la genética tiene un impacto significativo en nuestro comportamiento.
Entorno social
Nuestro entorno social también juega un papel importante en la configuración de nuestro comportamiento. Las personas con las que interactuamos, las experiencias que tenemos y la cultura en la que vivimos influyen en nuestro comportamiento. Por ejemplo, un niño que se cría en un hogar amoroso y comprensivo tiene más probabilidades de adaptarse bien que un niño que se cría en un hogar negligente o abusivo.
Interacción de la genética y el entorno social
Es probable que la influencia de la genética y el entorno social en el comportamiento no sea una proposición de uno u otro. Más bien, es más probable que estos dos factores interactúen entre sí para producir el complejo entramado del comportamiento humano.
Por ejemplo, un niño que tiene una predisposición genética a la violencia puede tener más probabilidades de actuar violentamente si se cría en un entorno violento. Por el contrario, un niño que tiene una predisposición genética a la bondad puede tener más probabilidades de actuar con amabilidad si se cría en un hogar amoroso y comprensivo.
La influencia relativa de la genética y el entorno social en el comportamiento es un tema complejo que todavía está siendo debatido por los científicos. Sin embargo, está claro que ambos factores influyen en quiénes somos y cómo nos comportamos.