El equipo descubrió que las células humanas tienen una fuerte barrera que evita que los virus de la gripe aviar las infecten. Esta barrera es una proteína llamada IFITM3, que se encuentra en la superficie de las células humanas.
IFITM3 actúa bloqueando la entrada de los virus de la gripe aviar en las células. Lo hace uniéndose al virus y evitando que se fusione con la membrana celular. Esto evita que el virus entre en la célula y se replique.
Los investigadores también descubrieron que esta barrera es más fuerte en las células humanas que en las células animales. Esto puede explicar por qué los virus de la gripe aviar tienen más probabilidades de causar enfermedades en animales que en humanos.
No son tan fáciles de atravesar la barrera celular humana. Esto podría ser un factor clave por el cual se observa una transmisión relativamente limitada de la gripe aviar entre humanos".
Si bien este descubrimiento proporciona información sobre la transmisión limitada de la gripe aviar entre humanos, es esencial continuar monitoreando los brotes, ya que los virus evolucionan constantemente y siempre existe la posibilidad de que las mutaciones puedan afectar su transmisibilidad o virulencia.