Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, ha descubierto cómo una proteína encuentra su camino hacia su objetivo dentro de una célula. El hallazgo, publicado en la revista Nature, podría conducir a nuevas formas de tratar enfermedades causadas por proteínas que se pliegan mal y pierden su función.
Las proteínas son esenciales para la vida. Llevan a cabo una amplia variedad de tareas dentro de las células, incluido el transporte de moléculas, la catalización de reacciones químicas y el suministro de soporte estructural. Para funcionar correctamente, las proteínas deben plegarse en una forma tridimensional específica. Sin embargo, a veces las proteínas pueden plegarse mal, lo que puede provocar una pérdida de función y enfermedades.
Una forma en que las proteínas pueden plegarse mal es si no se dirigen adecuadamente a su destino dentro de la célula. Las proteínas son dirigidas a su destino mediante un proceso llamado tráfico de proteínas. El tráfico de proteínas es un proceso complejo que implica una serie de pasos, incluido el reconocimiento de señales de dirección en la superficie de la proteína, la unión de la proteína a las vesículas de transporte y el transporte de la proteína a su destino.
Los investigadores de la UC Berkeley descubrieron cómo una proteína llamada rodopsina llega a la membrana celular. La rodopsina es una proteína sensible a la luz responsable de la visión. Los investigadores descubrieron que la rodopsina se dirige a la membrana celular mediante una proteína llamada arrestina. La arrestina se une a la rodopsina y luego recluta una vesícula de transporte a la membrana celular. Luego, la vesícula de transporte transporta la rodopsina a la membrana celular, donde puede funcionar correctamente.
El descubrimiento de cómo la rodopsina llega a la membrana celular podría conducir a nuevas formas de tratar enfermedades causadas por proteínas que se pliegan mal y pierden su función. Por ejemplo, si los investigadores pueden identificar las señales de dirección en las proteínas que son propensas a plegarse mal, podrían desarrollar fármacos que impidan que estas proteínas se pleguen mal y lleguen a su destino. Esto podría conducir a nuevos tratamientos para enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la fibrosis quística.
Importancia
El descubrimiento de cómo una proteína encuentra su camino hacia su objetivo dentro de una célula es un avance significativo en nuestra comprensión del tráfico de proteínas. Este descubrimiento podría conducir a nuevas formas de tratar enfermedades causadas por proteínas que se pliegan mal y pierden su función.