Edad :Cuanto más joven es una persona cuando comienza a practicar la ambidestreza, es más probable que alcance un alto nivel de competencia. Esto se debe a que el cerebro tiene una mayor capacidad de cambio y adaptación durante la infancia y la adolescencia.
Genética :Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la ambidestreza, lo que puede facilitar su desarrollo.
Práctica :La práctica regular y consistente es esencial para desarrollar la ambidestreza. Esto incluye practicar tareas con ambas manos, como escribir, dibujar y practicar deportes.
Motivación :Tener un fuerte deseo y motivación para volverse ambidiestro también puede aumentar las posibilidades de éxito.
Destreza :A las personas que son fuertemente zurdas o diestras les puede resultar más difícil volverse ambidiestros, ya que sus cerebros pueden estar más especializados para una mano.
En general, si bien es posible desarrollar cierto grado de ambidestreza más adelante en la vida, puede requerir más esfuerzo y tiempo en comparación con aprender cuando era niño.