Los cuerpos a menudo se comparan con las máquinas, pero a diferencia de las máquinas, su cuerpo y sus órganos pueden regenerarse en respuesta a una lesión, intoxicación u otro trauma. El grado en que esto ocurre varía de un órgano a otro; por ejemplo, el tejido y la piel del hígado poseen notables habilidades regenerativas. Los científicos continúan aprendiendo más acerca de cómo, por ejemplo, los queratinocitos en la capa epidérmica de la piel proliferan en respuesta al daño local. La capacidad regenerativa de su piel es crítica dado su papel como barrera protectora entre sus órganos internos y un mundo exterior a menudo hostil.
TL; DR (Demasiado larga; No leída)
La piel posee tres capas: la capa más profunda es el subcutis, que está debajo de la dermis, y la capa más externa es la epidermis. Cada capa de piel se regenera en respuesta a una lesión utilizando un proceso diferente. Después de una lesión en la piel, los glóbulos blancos se mueven hacia la herida, seguidos por varias células inmunes, y luego otras células siguen. La capa más profunda de la epidermis, llamada estrato basal, comienza a regenerarse con una proliferación de sus células, que se mueven para llenar cualquier espacio vacío dejado por la lesión. Los fibroblastos en la dermis se mueven desde los bordes de la herida hacia el interior, donde secretan fibras de matriz para rellenar la herida.
Fundamentos de la piel
Su piel se compone de tres capas. El más externo de estos es la epidermis, que consiste principalmente en células llamadas queratinocitos. Estas células forman varias capas propias y, a medida que los queratinocitos crecen y maduran, migran desde la parte inferior de la epidermis a la superficie de la piel. La siguiente capa, la dermis, se encuentra debajo de la epidermis. Gracias a su densidad de fibras de colágeno y elastina, la dermis es lo que le da a su piel su verdadera sustancia. Los nervios y los vasos sanguíneos de su piel pasan a través de la dermis. Finalmente, el subcutis aún más profundo contiene grasa que sirve como fuente de combustible y como amortiguador en caso de caídas y otros traumas. Cada una de estas capas es capaz de regenerarse, pero el proceso difiere de una capa a otra.
Respuesta inicial
Cuando sucede algo que altera la integridad de su piel en la medida en que tiene que regenerarse , la respuesta inmediata de su cuerpo es la inflamación. Los glóbulos blancos se escapan de los vasos sanguíneos locales hacia la herida, que puede ser un arañazo, corte o quemaduras. A continuación, varias células inmunitarias, incluidas las células T, las células de Langerhans y los mastocitos, liberan sustancias químicas llamadas quimiocinas y citoquinas. Estas sustancias atraen otras células, como los macrófagos, a la zona. El resultado de esta cascada es la liberación de óxido nítrico y otras sustancias que conducen a las etapas iniciales de la angiogénesis, que es la creación de nuevos vasos sanguíneos para reemplazar a los que se dañaron en el incidente precipitante.
Regeneración del Epidermis
La reparación del daño a la epidermis comienza con la parte más profunda de la epidermis: el estrato basal. La primera etapa de regeneración implica la proliferación de las células del estrato basale mismo. Una vez que esto finalice, todo lo que se requiere es que las celdas de esta capa continúen dividiéndose y migrando hacia arriba para llenar el espacio que quede arriba. En el caso de cortes más superficiales, el sangrado está ausente y el proceso simplemente comienza con la proliferación de células del estrato basal intacto.
Regeneración de la dermis
Lesiones que penetran a través de la epidermis el camino a la dermis puso en marcha un proceso distinto de la regeneración epidérmica. Las células más importantes en este proceso se llaman fibroblastos. Estas son células altamente móviles, por lo que pueden pasar de la parte sana de la dermis en los bordes de la herida a su interior. Aquí, secretan fibras de matriz, principalmente colágeno y elastina, que forman la sustancia de la dermis en regeneración. Mientras tanto, los macrófagos actúan como carroñeros, arrastrándose y engullendo material de sarna y cualquier otra cosa que constituya un desperdicio.