La investigación sobre células madre embrionarias, o ESC, es un intento de aclarar y encontrar tratamientos y curas para enfermedades humanas usando células únicas creadas con métodos bioquímicos modernos. Las células madre se distinguen de otras células en función de su versatilidad: no están especializadas y pueden desarrollarse en diferentes tipos de células dependiendo de su entorno físico y de los tipos de estímulos artificiales que se les administren. En comparación con las células madre adultas, las ESC tienen una gama de aplicaciones más amplia y en constante expansión.
Fundamentos de células madre embrionarias
En adultos, surgen células madre en tejidos como la médula ósea, el cerebro y los músculos naturalmente y crecer en células especializadas en esas áreas para reemplazar las células perdidas por el desgaste diario. Las ESC, por el contrario, se cultivan in vitro, es decir, en tubos de ensayo, como embriones destinados a procedimientos de inseminación artificial. Los científicos primero desarrollaron el proceso de derivar células madre de embriones utilizando ratones en 1981. Las capacidades regenerativas singulares de ESC lo han convertido en la pieza central de estudios destinados a aprender más sobre cómo las células se especializan y maduran en general.
La Potencialidad de ESCs
Todas las células del cuerpo se pueden clasificar en función de su potencialidad, es decir, en lo que eventualmente podrían convertirse después de comenzar esencialmente como pizarras biológicas en blanco. Las células embrionarias dentro de las primeras divisiones son totipotentes, lo que significa que pueden convertirse en cualquier tipo de célula o incluso convertirse en un organismo completo. Las ESC de las divisiones posteriores son multipotentes, lo que significa que pueden convertirse en cualquier tipo de célula, pero no en un organismo completo. Las células madre adultas son pluripotentes, lo que significa que pueden convertirse en varios tipos de células especializadas diferentes, pero no en toda la gama de ellas. Esta es la principal ventaja de las ESC sobre las células madre adultas: se las puede inducir a convertirse prácticamente en cualquier célula de interés para la investigación. < Hallazgos específicos y avances A partir de 2014, las ESC , a pesar de su promesa innegable, aún no se había usado terapéuticamente. Pero en octubre de 2014, un artículo publicado en "The Lancet" describió a 18 pacientes con enfermedades oculares progresivas e incurables, más de la mitad de los cuales experimentaron mejoras en su visión dentro de los dos años posteriores al inicio de la terapia ESC. Este fue un ejemplo de buena fe de los CES que tienen un efecto directo y positivo sobre la enfermedad humana. Ese mismo mes, los investigadores de la Universidad de Harvard describieron un gran avance en el tratamiento de la diabetes tipo I, una enfermedad autoinmune que afecta a unos tres millones de personas solo en los Estados Unidos. Utilizando ESC como punto de partida, los científicos pudieron crear, en lo que llamaron "cantidades masivas", versiones funcionales de las células beta pancreáticas responsables de producir insulina en personas sanas. Se esperaba que estas células fueran adecuadas para el trasplante en diabéticos y para su uso como fuente de insulina de grado farmacéutico.