1. Gravedad: La fuerza principal responsable del movimiento orbital de la Tierra es la gravedad. El tirón gravitacional masivo del sol constantemente tira de la tierra hacia ella.
2. Inercia: La Tierra, debido a su movimiento inicial, quiere continuar moviéndose en línea recta. Esto se llama inercia.
3. Fuerza centrípeta: La combinación de gravedad e inercia da como resultado una fuerza centrípeta. Esta fuerza siempre se dirige hacia el centro de la órbita (el sol), tirando constantemente hacia el sol, evitando que vuele en línea recta.
Cómo funciona:
Imagine una pelota atada a una cuerda y se balanceó en un círculo. La cuerda proporciona la fuerza centrípeta, tirando de la pelota hacia el centro del círculo. En el caso de la Tierra, la gravedad actúa como la cuerda, que constantemente tira de la Tierra hacia el Sol. La inercia de la Tierra, sin embargo, quiere que se mueva en línea recta. La combinación de estas dos fuerzas da como resultado una ruta curva o una órbita.
Nota importante: La velocidad de la Tierra no es constante a lo largo de su órbita. Es más rápido cuando está más cerca del sol (perihelio) y más lento cuando está más lejos (afelión). Esto se debe a la conservación del momento angular.
En resumen, la velocidad orbital de la Tierra se mantiene mediante la constante interacción de la gravedad, la inercia y la fuerza centrípeta resultante. Este delicado equilibrio garantiza que la Tierra continúe orbitando al Sol en un camino predecible.