La nave espacial se estrelló intencionalmente contra la atmósfera de Saturno el 15 de septiembre de 2017, para evitar que contamine potencialmente cualquiera de las lunas de Saturno con microbios a base de tierra.
Si bien la misión ha terminado, la gran cantidad de datos recopilados por Cassini continúa siendo analizado y estudiado por científicos de todo el mundo, produciendo nuevos descubrimientos sobre Saturno y sus lunas.