La ley de gravitación universal de Newton establece que cada partícula en el universo atrae a cualquier otra partícula con una fuerza que sea proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre sus centros. Esta fuerza es lo que mantiene la luna orbitando la tierra, la tierra orbitando el sol y los planetas que orbitan otras estrellas.
Mientras que otros filósofos y científicos antes de Newton habían propuesto la idea de una fuerza que actúa entre los cuerpos celestes, fue Newton quien formuló la ley matemática precisa que describe esta fuerza y sus efectos, revolucionando nuestra comprensión del universo.