Así es como funciona:
* Gravedad: El sol, siendo el objeto más masivo en nuestro sistema solar, ejerce una fuerte atracción gravitacional de todos los planetas. Esta fuerza constantemente trata de tirar de los planetas hacia el sol.
* inercia: Los planetas se mueven a alta velocidad y, debido a la inercia, tienden a moverse en línea recta. Esto es como una pelota que lanza:quiere seguir moviéndose en la misma dirección a menos que algo lo detenga.
El saldo:
Imagine un planeta que se mueve en línea recta. Si solo la inercia actuara, el planeta volaría al espacio. Sin embargo, la gravedad del sol tira del planeta hacia sí mismo. Este tirón cambia ligeramente la dirección del planeta, lo que hace que se curva hacia el sol.
Este constante tira y afloja entre la gravedad y la inercia da como resultado el planeta después de un camino curvo alrededor del sol, una órbita. La velocidad del planeta es justo para asegurarse de que no se convierta en el sol ni vuele al espacio.
Puntos clave:
* Cuanto más rápido se mueva un planeta, más lejos del sol se orbitará. Esto se debe a que su inercia es más fuerte, contrarrestando la gravedad del sol de manera más efectiva.
* Cuanto más fuerte sea la gravedad del sol, más cercano un planeta órbita. Una estrella más masiva tendría un tirón más fuerte, obligando a los planetas a orbitar más cerca.
¡No se trata solo del sol!
Este mismo principio se aplica a todos los objetos en el espacio, incluidas las lunas que orbitan planetas, estrellas que se orbitan entre sí e incluso las galaxias que orbitan alrededor de sus centros. La interacción de la gravedad y la inercia es lo que gobierna el movimiento de los cuerpos celestes en todo el universo.