He aquí por qué:
* La atmósfera de la Tierra es opaca a la radiación infrarroja: El vapor de agua, el dióxido de carbono y otras moléculas en nuestra atmósfera absorben fuertemente la radiación infrarroja. Esto significa que la mayoría de los fotones infrarrojos del espacio nunca alcanzan el suelo.
* Windows limitados: Solo hay unas pocas "ventanas" en la atmósfera donde la radiación infrarroja puede pasar a través de relativamente sin obstáculos. Estas ventanas son bandas estrechas de longitudes de onda donde la absorción es más baja.
* Radiación de fondo: La atmósfera de la Tierra en sí misma emite radiación infrarroja, que puede interferir con las señales débiles de los objetos astronómicos.
Para superar este problema, los astrónomos usan varias técnicas:
* Observatorios de gran altitud: Los observatorios ubicados en montañas altas, como Mauna Kea en Hawai, o en desiertos secos como el desierto de Atacama en Chile, están por encima de gran parte de las capas absorbentes de la atmósfera.
* Telescopios basados en el espacio: Los telescopios como el telescopio espacial Spitzer y el telescopio espacial James Webb están por encima de la atmósfera por completo, proporcionando vistas sin obstáculos del cielo infrarrojo.
* óptica adaptativa: Esta técnica utiliza láseres y espejos deformables para compensar los efectos borrosos de la turbulencia atmosférica, mejorando la calidad de la imagen.
* Detectores especializados: Los detectores infrarrojos son sensibles a la radiación infrarroja y están cuidadosamente diseñados para minimizar el ruido y la interferencia.
Si bien la absorción atmosférica es el mayor desafío, otros factores también juegan un papel en la detección de fotones infrarrojos de la Tierra, que incluyen:
* Contaminación lumínica: Las fuentes de luz artificial en la Tierra pueden crear ruido de fondo que oscurece las señales infrarrojas débiles.
* ruido térmico: El telescopio en sí puede generar radiación infrarroja, que puede interferir con las señales débiles de los objetos astronómicos.
A pesar de estos desafíos, la astronomía infrarroja ha hecho avances increíbles para comprender el universo. Al usar estas técnicas, los astrónomos han podido estudiar el nacimiento de estrellas y planetas, la evolución de las galaxias e incluso la radiación de fondo de microondas cósmico.