He aquí por qué:
* Sin atmósfera: El mercurio tiene una atmósfera muy delgada y insignificante, prácticamente un vacío. Esto significa que no hay una cantidad significativa de gases para condensar y formar nubes o lluvia.
* Fluctuaciones de temperatura extrema: La temperatura de la superficie de Mercurio se balancea salvajemente, desde un calor quemador durante el día (más de 400 ° C) hasta el frío congelado por la noche (-170 ° C). Este rango de temperatura hace que sea imposible que exista cualquier forma de precipitación.
En resumen, la falta de Mercurio de una atmósfera sustancial y sus variaciones de temperatura extrema impiden cualquier forma de precipitación.