Así es como funcionó:
1. La órbita de Urano estaba apagada: Los astrónomos habían observado que la órbita de Urano no coincidía con las predicciones de la gravedad newtoniana. El planeta se movía de una manera que sugirió una influencia gravitacional invisible.
2. Predicciones matemáticas: Tanto Le Verrier como Adams calcularon independientemente que las anomalías en la órbita de Urano podrían explicarse por la presencia de un planeta desconocido más allá. Calcularon la ubicación, la masa y la órbita del planeta.
3. Observación: Según sus cálculos, los astrónomos Johann Galle y Heinrich d'Art en el Observatorio de Berlín pudieron encontrar a Neptuno dentro de un grado de posición prevista de Le Verrier.
Entonces, la existencia de Neptuno se predijo matemáticamente, no observada directamente, antes de que finalmente se viera a través de un telescopio. Esta fue una hazaña notable de deducción científica y un hito significativo en nuestra comprensión del sistema solar.