* Sin atmósfera ni clima: La luna no tiene una atmósfera de la que hablar, lo que significa que no hay viento para erosionar cráteres o lluvia para lavarlos. A diferencia de la Tierra, donde la meteorización y los procesos geológicos remodelan constantemente la superficie, los cráteres de la luna están en gran medida intactos.
* Sin tectónica de placa: La superficie de la Tierra cambia constantemente debido a la tectónica de placas, que puede enterrar o destruir a los cráteres con el tiempo. La luna no tiene este proceso, por lo que los cráteres permanecen fijos en su lugar.
* baja gravedad: La gravedad de la luna es mucho más débil que la de la Tierra. Esto significa que hay menos fuerza tirando de material hacia abajo y llenando cráteres.
* Actividad geológica limitada: Si bien la luna no está completamente geológicamente inactiva, su actividad es mucho menos significativa que en la tierra. No hay erupciones o terremotos volcánicos para alterar significativamente la superficie y borrar los cráteres.
En resumen: La ausencia de una atmósfera, meteorización, tectónica de placas y actividad geológica significativa permite que los antiguos cráteres de impacto de la luna permanezcan preservados durante miles de millones de años. Actúan como un registro del bombardeo del sistema solar temprano.