1. Vemos el pasado: Cuando miramos objetos distantes en el universo, no los vemos como son *en este momento *, sino como lo fueron en el pasado. Esto se debe a que la luz de esos objetos se ha llevado tiempo para llegar a nosotros. Por ejemplo:
* El sol: La luz del sol tarda unos 8 minutos en llegar a la tierra. Entonces, cuando miramos el sol, lo vemos como fue hace 8 minutos.
* Estrellas cercanas: La luz de la estrella más cercana, Proxima Centauri, tarda más de 4 años en llegar a nosotros.
* Galaxias distantes: La luz de algunas galaxias ha viajado durante miles de millones de años para llegar a nuestros telescopios.
2. La edad del universo: Al observar los objetos más distantes del universo y medir el desplazamiento al rojo de su luz, podemos estimar la edad del universo. El valor más aceptado para la edad del universo es de aproximadamente 13.8 mil millones de años.
3. La ley de Hubble y el universo en expansión: La observación de que las galaxias distantes se están alejando de nosotros, y que cuanto más lejos estén, más rápido se están moviendo, se conoce como Ley de Hubble. Esta ley es una evidencia fundamental que respalda la idea de que el universo se está expandiendo. La era de la luz juega un papel crucial en la comprensión de esta expansión, ya que podemos usar el tiempo que la luz ha recorrido para medir las distancias a estas galaxias.
4. El fondo de microondas cósmico (CMB): El CMB es un tenue resplandor del Big Bang, y es la luz más antigua del universo que podemos observar. Estudiar el CMB nos ayuda a comprender el universo temprano y las condiciones que existieron poco después del Big Bang.
5. Limitaciones en nuestro conocimiento: Debido a la velocidad finita de la luz, hay límites para lo que podemos saber sobre el universo. Por ejemplo, hay regiones del universo que están tan lejos que su luz aún no ha tenido tiempo de comunicarse con nosotros. Esto significa que no podemos observar directamente estas regiones, y solo podemos especular sobre lo que podría estar allí.
En resumen, el hecho de que la luz viaja a una velocidad finita es una piedra angular de nuestra comprensión del universo. Nos permite ver el pasado, medir la edad del universo y estudiar la expansión del universo. Sin embargo, también impone limitaciones a nuestro conocimiento, ya que hay regiones del universo que permanecen más allá de nuestra observación directa.