1. Evitar la atmósfera de la Tierra:
* Distorsión: La atmósfera de la Tierra es turbulenta, lo que hace que la luz de las estrellas se dispersen y se desenliga, lo que dificulta obtener imágenes claras. Un telescopio espacial evita esta distorsión, lo que permite vistas mucho más nítidas.
* Absorción: Nuestra atmósfera absorbe ciertas longitudes de onda de luz, particularmente en los rangos infrarrojos y ultravioleta. Esto limita lo que podemos ver desde la Tierra. Un telescopio espacial puede observar estas longitudes de onda sin obstáculos, revelando información que no está disponible desde el suelo.
2. Observando objetos distantes:
* Contaminación lumínica: Las luces artificiales en la tierra crean contaminación lumínica, que interfiere con las observaciones astronómicas. Un telescopio espacial evita este problema, permitiendo la observación de objetos débiles y distantes.
3. Observación continua:
* clima: El clima de la Tierra puede interrumpir las observaciones terrestres. Un telescopio espacial opera continuamente, no afectado por las nubes, la lluvia u otras condiciones climáticas.
4. Acceso a diferentes regiones del espacio:
* órbita: Se puede colocar un telescopio espacial en una órbita específica que permita vistas ininterrumpidas de ciertas regiones del espacio, como el sistema solar o el centro galáctico.
5. Avances tecnológicos:
* Espejos grandes: Los espejos grandes son difíciles de construir y transportar en la Tierra. Sin embargo, en el espacio, se pueden ensamblar telescopios más grandes con mejores capacidades de recolección de luz.
* Instrumentos avanzados: Los telescopios espaciales se pueden equipar con instrumentos especializados que son imposibles de usar en la Tierra, como detectores para longitudes de onda específicas de luz.
Ejemplos:
* Telescopio espacial de Hubble: Lanzado en 1990, Hubble ha proporcionado imágenes impresionantes de galaxias, nebulosas y planetas distantes, revolucionando nuestra comprensión del universo.
* James Webb Space Telescope: Lanzado en 2021, el telescopio espacial James Webb es un poderoso telescopio infrarrojo, que nos permite ver más atrás en el tiempo y estudiar las primeras etapas del universo.
En resumen, colocar telescopios en el espacio ofrece un punto de vista único para las observaciones astronómicas, lo que nos permite ver el universo de una manera que es imposible desde la Tierra.