Esto es lo que sabemos:
* Evidencia de misiones Galileo y Voyager: Los datos de estas naves espaciales sugirieron una espesa capa de hielo.
* Medidas gravitacionales: Estudiar el campo gravitacional de Europa ayuda a los científicos a inferir la composición y el grosor de sus capas internas.
* Observaciones de superficie: Las características como grietas y crestas en la superficie de Europa proporcionan pistas sobre la estructura y el grosor de la cubierta de hielo.
* Modelado y simulaciones: Los investigadores usan modelos de computadora para simular el comportamiento de las conchas de hielo en diversas condiciones.
Es importante tener en cuenta que la cubierta de hielo no es uniforme en grosor. Es probable que haya áreas donde sea más delgada, posiblemente incluso lo suficientemente delgada como para permitir la presencia de agua líquida debajo de la superficie.
Los científicos están trabajando continuamente para refinar nuestra comprensión del caparazón de hielo de Europa a través de misiones y análisis en curso. Las misiones futuras, como Europa Clipper, están diseñadas para proporcionar información aún más detallada sobre la composición, el grosor y el potencial de la capa de hielo para albergar la vida.