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    Dos satélites más se unen a la constelación de trabajo de Galileo

    Los satélites Galileo se colocan en órbitas medias, a 23 222 km de altitud a lo largo de tres planos orbitales, de modo que los receptores de los usuarios puedan ver un mínimo de cuatro satélites en cualquier punto de la Tierra una vez que se complete la constelación. El quinto y sexto satélites Galileo, lanzado juntos el 22 de agosto de 2014, terminó en una órbita alargada viajando a 25 900 km sobre la Tierra y de regreso a 13 713 km. Además, las órbitas tienen un ángulo con respecto al ecuador menor de lo planeado originalmente. Crédito:ESA-P. Carril

    Dos satélites más se han convertido formalmente en parte del sistema de navegación por satélite Galileo de Europa, transmitiendo señales de navegación y cronometraje en todo el mundo y, al mismo tiempo, recogiendo llamadas de socorro en todo el planeta.

    Estos son los satélites 15 y 16 que se unen a la red, dos de los cuatro Galileos que Ariane 5 lanzó juntos el 17 de noviembre, y las primeras adiciones a la constelación de trabajo desde el inicio de Galileo Initial Services el 15 de diciembre.

    El creciente número de usuarios de Galileo en todo el mundo se beneficiará inmediatamente de la mayor disponibilidad y precisión del servicio que aportan estos satélites adicionales.

    El lanzamiento al espacio y las maniobras para alcanzar sus órbitas finales aún dejaron muchas pruebas rigurosas antes de que los satélites pudieran unirse a la constelación operativa.

    Su carga útil de navegación y búsqueda y rescate tuvo que estar encendida, comprobado y el rendimiento de las diferentes señales de Galileo evaluado metódicamente en relación con el resto del sistema mundial.

    Esta prueba prolongada vio cómo los satélites se ejecutaban desde el segundo Centro de Control Galileo en Oberpfaffenhofen, Alemania, mientras que sus señales fueron evaluadas desde el centro Redu de la ESA en Bélgica, con sus antenas especializadas.

    Las pruebas midieron la precisión y la estabilidad de los relojes atómicos de los satélites, esencial para la precisión de la sincronización con una milmillonésima de segundo como base de la navegación por satélite, y evaluaron la calidad de las señales de navegación.

    Despegue del vuelo VA233 de Ariane, llevando cuatro satélites Galileo, desde el puerto espacial de Europa en Kourou, Guayana Francesa, el 17 de noviembre de 2016. Crédito:ESA – Stephane Corvaja, 2016

    Oberpfaffenhofen y Redu estuvieron vinculados durante toda la campaña, permitiendo al equipo comparar las señales de Galileo con la telemetría satelital casi en tiempo real.

    Haciendo las pruebas aún más complicadas, los satélites eran visibles solo de tres a nueve horas al día desde cada sitio.

    Los satélites ahora están transmitiendo señales de navegación en funcionamiento y están listos para transmitir cualquier llamada de socorro Cospas-Sarsat a los servicios regionales de emergencia.

    Ahora que estos dos satélites son parte de la constelación, el par restante del lanzamiento de Ariane 5 también se está comprobando para prepararlos para el servicio.


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