He aquí por qué:
* Las estrellas son masivas: Las estrellas son objetos increíblemente masivos mantenidos por su propia gravedad. La atracción gravitacional de una estrella es demasiado fuerte para que otra estrella lo orbite como un satélite.
* Evolución estelar: Las estrellas se forman de enormes nubes de gas y polvo. El proceso de formación de estrellas implica un aumento gradual en la densidad y la temperatura, lo que lleva a la fusión nuclear. Una estrella tendría que ser increíblemente pequeña para convertirse en un satélite de otra estrella, pero un cuerpo que pequeño no tendría la masa necesaria para la fusión nuclear y, por lo tanto, no sería una estrella.
En lugar de "satélites de sol", tenemos:
* Sistemas de estrellas binarias: Dos estrellas que orbitan un centro de masa común. Pueden estar muy cerca o muy separados, y sus tamaños pueden variar mucho.
* Múltiples sistemas de estrellas: Sistemas con tres o más estrellas que se orbitan entre sí. Estos pueden ser increíblemente complejos, con estrellas orbitando en una variedad de patrones.
Si bien el concepto de un "satélite solar" es interesante, no es científicamente plausible en función de nuestra comprensión de cómo las estrellas funcionan e interactúan entre sí.